Los días antes de sentarme (cuando logro sentarme) a escribir en el blog son terribles. Tengo una corriente de conciencia que me da ideas de entradas, pero basta con que prenda el pc y quiera teclear estas ideas se van, no son suficientemente buenas o simplemente las dejo anotadas para redactarlas en el futuro.
A veces le cuento a la Caro que voy a escribir en el blog para presionarme, pero la verdad es que la inspiración sigue llegando de madrugada.